Desde la primera actuación de Alejandro Sanz han pasado varios años, los que le han servido al español para demostrar que es un artista completamente consagrado y que estar en la noche final del Festival de Viña del Mar no es un error, ni mucho menos un número menor.

Lo demostrado esta noche por Alejandro Sanz sobre el escenario de la Quinta, donde mismo en su debut todo le salió mal, es el cariño que el artista le tiene a Chile y en especial a sus fans, las mismas que lo defendieron a morir cuando todo jugó en su contra la noche de 1994.

En su tercera presentación (1994 y 2001), el cantante madrileño interpretó sus mayores éxitos, en especial los de su último disco, Paraíso Express.

En una actuación que se prolongó por cerca de las dos horas, el español recibió la antorcha y gaviota de plata y oro, llevándoselas "en el corazón y no en la maleta", como dijo en el escenario.

Con la bandera chilena sobre el piano, Sanz no quiso dejar pasar la oportunidad de saludar a todos los chilenos que sufrieron con el terremoto del pasado 27 de febrero de 2010, a tan sólo horas de conmemorarse un año de la tragedia.

Tal y como en 1994, Miguel Bosé en un gesto de apoyo invitó a Sanz al escenario, el hispano hizo lo mismo con el ex cantante de Sin Banderas, Noel Schajris quien hará su debut en solitario en la Quinta Vergara.

Eva se "desata" con Sanz

La animadora del Festival no pudo aguantarse las ganas y bailó junto a Sanz, la "aflamencada" canción "Corazón Partío", donde la animadora del festival demostró todos sus dotes como bailarina y su sangre española.

Fuente: Publimetro.cl