Al menos 39 personas han muerto y más de 10.000 familias se han visto afectadas en Bolivia por las fuertes riadas e inundaciones causadas por intensas lluvias, informó Defensa Civil.

La cifra oficial de fallecidos alcanza las 39 víctimas, incluyendo 28 que murieron ahogadas a fines de enero cuando un río crecido arrastró a un camión y un autobús cargados de pasajeros en una región rural del sur, informó el director de Emergencias y Desastres, Everth Vaeza.

A su vez, las precipitaciones en la capital, La Paz, provocaron el deslizamiento de lodo y la destrucción de unas 250 viviendas de los barrios más deprimidos.

Las autoridades dijeron que ésta situación podría continuar a medida que las partes altas anegadas de agua vayan desmoronándose.

Medios de prensa informan que la cifra de fallecidos alcanzaría a medio millar según varios informes de autoridades rurales. Las últimas víctimas fatales son dos niños que murieron al derrumbarse sobre ellos su casa de abobe en una localidad rural del sur del país, informó la gobernación del departamento de Chuquisaca.

El presidente Evo Morales declaró el estado de emergencia nacional ante las lluvias que azotan a seis de los nueve departamentos y destinó $ 20 millones de dólares para cubrir los costos de las operaciones de asistencia y reparación de daños a la infraestructura vial.