Libia le cuenta las horas al dictador

AP, AFP Y EL PAÍS DE MADRID

Los manifestantes libios enfrentaron ayer a los partidarios de Muamar Gadafi en Trípoli, donde el líder se encuentra atrincherado y dispuesto a dar batalla "hasta la muerte".

En la capital de Libia se recrudecieron ayer los enfrentamientos y los opositores luchan por acabar con 42 años de dictadura. Miles de personas ocuparon las calles de los barrios de Fashlum, Zauia, Bin al Shur, Al Siahia y Dohmani, y Janzour.

La respuesta del régimen no desentonó con su prepotencia y abrió fuego contra los sublevados, que reclaman la caída del dictador. Los manifestantes salieron de las mezquitas cercanas a la Plaza Verde, en el centro de Trípoli, y de otros distritos, y fueron enfrentados por soldados y milicianos que les dispararon, según dijeron varios testigos. Agregaron que pistoleros apostados en techos de edificios también dispararon contra los manifestantes.

"Es como si fuéramos perros", dijo un hombre que participó en la marcha desde la plaza Tajoura, en el este de Trípoli.

Mientras tanto, el dictador eligió la Plaza Verde, la entrada a la ciudad desde el puerto, para pronunciar ante una multitud su tercer discurso de la semana, el más incendiario hasta ahora: "Esta es la fuerza del pueblo libio. Si quieren pelea, la tendrán".

"Contraataquen, contraataquen", pidió desde el Castillo Rojo, un fuerte que da a la legendaria plaza libia. "Prepárense para defender a Libia, el petróleo, la dignidad y la independencia", añadió.

Sus palabras trataban de alentar a sus seguidores, a los que llamó a iniciar una masacre en las calles. Para ello, anunció que abrirá el arsenal de la ciudad y facilitará armas a todos los que quieran luchar junto a él. "Triunfaré sobre los enemigos", "la gente de Libia me ama", "sigan bailando y cantando", fueron algunas de su frívolas y delirantes frases.

Gadafi, sin embargo, parece cada vez menos líder de un país que se le ha levantado tanto por el este como por el oeste, y que avanza cada día un poco más hacia su palacio para unirse con la gente de Trípoli y dar fin al régimen.

Incluso en el noroeste de Libia en torno de Trípoli, varias ciudades han caído en manos de la rebelión. Fuerzas de Gadafi y milicianos fueron rechazados el jueves cuando trataban de recuperar territorios perdidos en las ciudades de Zawiya y Misurata, cerca de la capital. Los choques de estos últimos días dejaron decenas de muertos confirmados.

Ante esta situación, según publicó El País de Madrid en su edición web, uno de los hijos de Gadafi, Saif el Islam, reconoció que en esas dos ciudades tienen "un problema". Y señaló: "Estamos tratando con terroristas. El ejército ha decidido no atacar y darle una oportunidad a las negociaciones. Con suerte, conseguiremos hacerlo de forma pacífica, y será mañana -por hoy-", anunció.

Antes, el Islam había señalado a CNN de Turquía que su familia piensa "vivir y morir" en Libia. "El pueblo nos llama (...) No podemos permitir que un puñado de terroristas controle una parte de Libia", consideró. El día anterior su padre había apuntado a Osama bin Laden como el cerebro de la revuelta.

¿horas contadas? En la capital, nadie sabe con certeza hacia dónde se inclina la balanza, aunque algunas informaciones aseguraban que la mayoría de los barrios en los que se habían producido disturbios habían sido finalmente controlados por los manifestantes.

Si fuera así, el régimen tendría los días o quizá las horas contadas. Lo que ocurra depende de la resistencia de los habitantes de Trípoli pero, sobre todo, de los movimientos que se están produciendo al este y el oeste de Libia.

Los ciudadanos y los militares desertores ya tomaron las principales ciudades del este (Bengasi, Tobruk y Misurata) pero aún se hayan lejos de la capital.

Lo mismo ocurre en la parte occidental, donde los puntos más importantes, Zwara, Sebrata y Zawiya también han sido tomados. Aunque en esta última ciudad, a 50 kilómetros de Trípoli, se vive un combate intermitente que, de ser ganado por los rebeldes, los pondría cara a cara con la capital.

El embajador adjunto de la misión libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, sostuvo en conferencia de prensa que "el régimen del dictador vive sus últimos instantes (...) Estas personas vencerán", afirmó.

"Gadafi es un loco. Está psicológicamente inestable. Se quedará hasta el momento en que lo maten o se suicidará (...) Creo que prefiere morir en Libia por su carácter narcisista", agregó.

censura. Los pocos testimonios de la revuelta en las calles de Trípoli vinieron de Twitter. Muchos teléfonos no funcionaban y solo los mensajes de algunas cuentas de la red social, como la de Movimiento Juvenil Libio -uno de los convocantes a las protestas-, servían para hacerse una idea de lo que estaba pasando. "Los médicos que tratan de ayudar a los heridos son golpeados por las fuerzas de Gadafi", señalaba uno de esos mensajes.

Los que intentaron contar algo a los medios de comunicación fueron reprimidos sin contemplaciones.

Una llamada telefónica Al Jazeera a uno de los manifestantes acabó con un silencio inquietante. La presentadora de la cadena de televisión hablaba con el hombre cuando un agente de Gadafi se dirigió hacia él. "¡Dame tu teléfono! No puedes hablar con Al Jazeera", se oyó al otro lado. La presentadora preguntó varias veces por el hombre pero nadie respondió.

La situación en el aeropuerto también es caótica. Mientras miles de personas siguen esperando para ser evacuadas, las fuerzas gubernamentales se desplegaban en la carretera y registraban a todos los coches.

Muertos. Saif el Islam evaluó el número de muertos en su país desde el inicio de la rebelión popular, hace 10 días, en 242, menos que los 300 de una precedente evaluación realizada por partidarios de su padre.

Aunque las cifras han variado continuamente, debido al escaso acceso que tiene la prensa a la información, nadie había estimado un número tan bajo. El miércoles, un miembro de la Corte Penal Internacional, Sayed al Shanuka denunció ante el canal árabe Al Arabiya que las personas fallecidas eran unas 10.000. En tanto, ese mismo día, la Federación Internacional de Derechos Humanos estimó 640.

Ayer, Dabbashi señaló que "es difícil de saber exactamente" la cantidad de muertos, "ya que recuperan los cuerpos y los llevan al desierto o a algún lado". Pero aseveró: "Estoy seguro que ya son miles y no centenares".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá el lunes con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para disponer medidas diplomáticas y legales que detengan la represión de Gadafi contra el pueblo libio.

Las cifras

242 Son los muertos en Libia, a raíz de las represiones, según el hijo de Gadafi, Saif el Islam. La ONU, en tanto, calcula que son miles.

11 Días llevan las protestas que piden la renuncia de Gadafi. En Egipto, precisaron 18 días para derrotar a Hosni Mubarak.

Sanciones de ONU y Europa

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó ayer una resolución reclamando la suspensión de Libia como miembro del organismo, así como una investigación independiente sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Muamar Gadafi. La resolución del Consejo es solo una recomendación, la decisión final recae a la Asamblea General de la ONU, cuya próxima reunión está prevista para el 1° de marzo en Nueva York.

En tanto, la Casa Blanca confirmó ayer el cierre de su embajada en Trípoli y anunció la cancelación de la "muy limitada" cooperación militar con Libia y el congelamiento de la venta de armas.

Similar decisión adoptó la Unión Europea, que le impuso un embargo de armas y le prohibió los visados tanto al líder Gadafi como a sus allegados.

Fuente: Elpais

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